La primera directora oficial del grupo fue Elma González Radke. Bajo su dirección, el pequeño pero dedicado grupo organizó la Conferencia Nacional de 1977 para ANGF, la Asociación Nacional de Grupos Folklóricos. En 1975 Cecilia Ortiz Boyer y su hermano Alberto Ortiz se unieron al grupo, y el legado que es Bailadores de Bronce encontró su corazón y alma. Cecilia bailaría en el grupo durante 25 años. Durante sus 18 años como directora, inspiró a generaciones de bailarines a subir al escenario y compartir su orgullo cultural. El grupo fue elegido como representante de la comunidad hispana del estado de Washington en la Feria Mundial de 1986 en Vancouver, BC.

 

En 1998, Cece invitó a Carlos Alaniz a convertirse en su codirector. Después de nueve años como bailarín, se convirtió en director en 2000. Bajo su dirección, el grupo volvió a sus raíces en la Universidad de Washington para practicar en el Centro Cultural Étnico y actuar por primera vez en Meany Hall en 2007 para su 35 Aniversario. El recinto se llenó al máximo. Antes de retirarse en 2010, orquestó la formación de Bronce como una organización sin fines de lucro. Juntos, Cece y Carlos dirigieron Bailadores de Bronce durante 28 años asegurando el éxito que hoy disfruta el grupo y dejando un legado de orgullo en la música y la danza mexicana!! Carlos entregó la dirección del grupo a Julian Pérez y Jessica Bravo-Rohwer en 2010 y llevaron al grupo a su espectáculo con entradas agotadas del 40 aniversario en Meany en 2012 y solidificaron su reputación como el principal grupo de Ballet Folklórico en el Noroeste. Desde 2012 Bronce ha sido dirigido por Adrián Olivas como su Director Ejecutivo/Artístico.

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Todos los bailarines, instructores y la Junta Directiva ofrecen voluntariamente su tiempo, energía y esfuerzos para garantizar que Bailadores de Bronce continúe prosperando. Siempre recordamos que son los propios bailarines, con su entrega y amor por su cultura y entre ellos como familia, quienes son el pegamento que mantiene unidos a Bailadores de Bronce.

 

La dedicación de los bailarines se ve durante las actuaciones en su intrincado juego de pies y coreografía refinada. La riqueza de la cultura se puede ver en los hermosos trajes de las diversas regiones de México. La gran energía y el entusiasmo de los bailarines trasciende el escenario y el público lo siente en cada actuación. Bailadores de Bronce retrata los aspectos positivos de la cultura mexicana en la comunidad en general, derribando barreras culturales y construyendo puentes dentro de la comunidad.